Las láminas de seguridad son extremadamente resistentes, forma una membrana que mantiene el vidrio existente evitando que el cristal se rompa en caso de explosión, golpe o vandalismo.
Estas láminas protegen a la vez los objetos y las personas. Un cristal equipado con estas láminas puede quebrarse, pero permanecerá en su lugar evitando que los trozos de cristal salgan despedidos, esto evita los accidentes asociados a los trozos de vidrio dispersos.
Se utiliza mayormente para proteger cualquier lugar público: escuelas, hospitales, gimnasios, salas informáticas, etc. También se puede usar en edificios y casas particulares.